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La ruta aquí descrita es de dificultad alta, sobre todo en su parte central. En ella se recorren las moles graníticas más abruptas de la Sierra de Béjar como son los Picos Turmal y Talamanca. Uno de sus principales encantos es que, casi simultáneamente, se avistan tres circos glaciares todos ellos dotados de una impactante belleza. Ruta imprescindible para aficionados a la montaña bien experimentados.

CARACTERISTICAS

Tipo de ruta: Travesía.

Dificultad: Alta, por su longitud y por lo abrupto del terreno.

Desnivel : 1.028 m Tiempo empleado: 7 horas + descansos

Fuentes: Fuente del Travieso, al inicio del camino. Arroyo Galindo.

Refugios: Sí, en El Galindo.

Distancia: 18 km.

Época del año: primavera y otoño. En invierno es imprescindible ir equipado con crampones y piolet, tener experiencia montañera y buena preparación física.

Mapas 1:25.000: IGN 553 -III Béjar; IGN 576 – I Tornavacas; IGN 576-II Solana de Ávila.

 PUNTO DE INICIO

Desde el serrano pueblo de Candelario, tomaremos la carretera que nos acercará hasta la plataforma. La carretera está bien indicada. La ruta finaliza en la central del Chorro, en las proximidades de la población de Solana de Ávila. Debemos tener previsto que otro vehículo vaya a recogernos al punto de llegada.

 DESCRIPCION

Dejaremos el coche en la plataforma del Travieso (1.850 m.s.n.m.), si la nieve nos lo permite. De lo contrario habrá que aparcarlo en la primera plataforma, junto al albergue. Iniciaremos la ascensión en dirección Sur-Este, dejando a nuestra izquierda la Hoya Mayor. El camino está bastante bien marcado por hitos y no es dificultoso seguirlo. Con presencia de nieve habrá que extremar las precauciones ya que no es difícil perderse en esta zona de la sierra. Tras aproximadamente media hora de franca subida llegaremos a la cuerda del Calvitero y, ya una vez en ella, la recorreremos en dirección Sur-Oeste hasta llegar a la cima del Calvitero. Es perfectamente reconocible por que en su cumbre hay un monolito de la Virgen del Castañar, patrona de la ciudad de Béjar, en bastante mal estado por cierto. Desde allí, es ya visible el segundo objetivo de nuestro recorrido: el Canchal de la Ceja (2.430 m.s.n.m.). Para alcanzarlo seguiremos caminando por la cuerda del Calvitero, girando ligeramente en dirección Este. El Canchal de La Ceja es el punto más elevado de la Sierra de Béjar, y aunque en condiciones climatológicas normales su ascensión no entraña mayores riesgos, en el último tramo la pendiente se hace más acusada lo que nos exige un esfuerzo extra. Desde lo alto hay una panorámica espectacular de las Lagunas del Trampal y de la Laguna de Solana. Desde esta cima se dominan completamente ambos circos. Descenderemos por una pendiente suave, cambiando nuestro rumbo dirección Sur-Oeste. El siguiente hito será el paraje de las Agujas de Hoya Moros, que quedarán a nuestra derecha, y entre las cuales hay una preciosa perspectiva del circo que lleva mismo nombre y que es el lugar de nacimiento del río Cuerpo de Hombre, en las Charcas de Venero frío. Seguimos caminando en la misma dirección y cruzaremos la pequeña portilla que nos separa de la Cumbre de Talamanca (2.394 m.s.n.m.) desde la cual se avista a la izquierda el circo de Solana y a la derecha el circo de Hoya Moros (la vista que hay desde este paraje impresiona). A partir de este punto crestearemos a lo largo de la Cuerda de Los Asperones y es aquí precisamente donde comienza el recorrido verdaderamente dificultoso de la ruta. Se trata de una sucesión de grandes formaciones rocosas que hay que ascender y descender una tras otra. El terreno es muy accidentado y alguno de los pasos es especialmente peligroso, sobre todo con presencia de hielo, circunstancia que los vuelve prácticamente intransitables. Además de tener un buen conocimiento del terreno es imprescindible llevar el equipamiento adecuado, poco volumen y peso a nuestras espaldas, y no aventurarse en solitario por la zona. Las dificultades continúan hasta cruzar la Portilla de Talamanca y ya a los pies del Canchal Turmal (2.338 m.s.n.m.) la marcha se hace un poco más relajada. En esta zona se puede hacer un alto en el camino para comer, descansar y recuperar fuerzas. A partir de este punto, el descenso por la Cuerda de Los Asperones es suave y continuado. Podemos acercarnos hasta las Agujas de las Cocinillas (2.213 y 2.169 m.s.n.m.) a cuyos pies se encuentra la laguna del mismo nombre (en los mapas aparece como Laguna Negra), desde las cuales se divisa también la Laguna del Duque, igualmente conocida como Laguna de Solana. Seguimos descendiendo en dirección Este, dejando a nuestra derecha el Risco de la Campana (2.093 m.s.n.m.), hasta alcanzar una preciosa zona de verdes praderas, conocida como El Galindo, en las que pasta el ganado. Continuaremos nuestro camino descendiendo por el cauce del Arroyo Galindo, hasta alcanzar la Laguna del Duque. La bajada es complicada por lo pronunciado de la pendiente y la abundancia de grandes rocas entre las cuales serpentean las aguas del arroyo. Es especialmente dificultosa con nieve ya que es fácil quedar atrapados en los huecos que se forman entre las piedras. Una vez en la Laguna del Duque, la bordearemos por su orilla derecha recorriendo un camino sin pendiente, cómodo y bien visible, hasta llegar a la presa que bloquea la salida de sus aguas. Iniciaremos el descenso por la orilla derecha del arroyo y transcurridas unas pocas decenas de metros, cruzaremos a la orilla izquierda. La zona está formada por grandes lanchas en las que no es difícil resbalar cuando están mojadas. El camino de descenso está bien señalizado y unos pocos metros más abajo, en una zona en la que el arroyo forma un remanso, habrá que cruzar nuevamente a la orilla derecha. En algunos pasos difíciles podremos ayudarnos asiéndonos a un cable fiador existente. El recorrido termina junto a la central hidroeléctrica del Chorro, lugar donde deberá ir a recogernos un vehículo. Para más detalles de la parte final del recorrido ver la ruta “Laguna del Duque – Risco de la Campana”, de esta misma página.

OTROS DATOS

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